Jelly Cleaner
(foto por Sofía Moro /El País)
Cuándo tenía 12 años visité con mis abuelos, una exposición en Nueva York sobre el Cambio Climático que me dejó muy reflexiva, tenía mi cabeza a mil. Habían varias disciplinas de arte: desde fotografía, video instalaciones, óleos, diseño de piezas, grafiti… era fascinante. Allí descubrí la mítica imagen de la portada del National Geographic con el Iceberg que la parte inferior es una bolsa de plástico. Todo eso me impactó enormemente.
Cuando volví a Barcelona empecé a investigar sobre los plásticos, algo que ya me preocupaba y conocí la existencia de los microplasticos y como ya están en la cadena alimenticia sin que nadie le esté dando suficiente importancia.
Empecé a dibujar, a construir cosas con coladores y lo que encontraba por casa hasta que creé la Jelly Cleaner, mi “medusa limpiadora” con la que no sólo quiero limpiar microplasticos de la superficie del mar, sino con la que quiero una vez más, concienciar acerca de la realidad de nuestros océanos e intentar evitar así su colapso.
Lo bonito de este utensilio, es que todos podemos hacerlo en casa con materiales reciclados. Uso botellas de plástico (a las que les tengo mucha manía, pero las reciclo recogiéndolas de los vecinos, de los bares y restaurantes del barrio), también uso unas medias viejas de ballet, ojo, tienen que ser de algodón para que no desprendan microplasticos y una cuerda o trapillo.
La Jelly Cleaner la puedes atar a tu muñeca, a un paddle surf o a un kayak y mientras disfrutas del mar, estás recogiendo microplasticos de la superficie. También veréis como la gente os para y os pregunta “qué es esa cosa tan rara que llevas” y ahí llega el momento más importante, el de la concienciación acerca de la situación de nuestro increíble Mediterráneo y de los océanos. Que están ahogándose textualmente en nuestro plástico, en nuestra basura.
Aquí os dejo un video con el paso a paso para crear vuestra Jelly Cleaner.
Ahora mismo, estoy trabajando para crear una Jelly Cleaner sostenible. ¡Todo un reto!